Bajo el lema “Uniendo fronteras: agua para un futuro pacífico y sostenible”, arranca  Semana Mundial del Agua, del 25 al 29 de agosto del 2024 organizada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI) y se trata de uno de los eventos más importantes en todo mundo alrededor del agua.

En un mundo donde el acceso al agua potable y el saneamiento básico es un desafío para miles de millones de personas, las soluciones sostenibles se vuelven indispensables para enfrentar los riesgos asociados con la escasez de agua y el cambio climático. 

El Desafío Global del Agua

Actualmente, alrededor de 2,000 millones de personas carecen de acceso a agua potable gestionada de manera segura, mientras que 3,600 millones no tienen servicios de saneamiento adecuados. Esta realidad, agravada por el crecimiento demográfico, la contaminación y la variabilidad de las precipitaciones, sitúa al agua en el centro de la agenda global para el desarrollo sostenible.

Sin un manejo adecuado, las consecuencias de esta crisis hídrica se sentirán en la seguridad alimentaria, la salud pública y la estabilidad económica, afectando especialmente a los más vulnerables.

Fachadas Ajardinadas: Una Respuesta Sostenible

Las fachadas ajardinadas, también conocidas como paredes verdes, se presentan como una solución efectiva y multifuncional para mitigar algunos de los desafíos hídricos que enfrentamos hoy. Estas estructuras no solo mejoran la estética urbana, sino que también ofrecen una serie de beneficios clave:

Reducción del Efecto Isla de Calor: En las ciudades, donde las superficies pavimentadas y los edificios de concreto elevan las temperaturas, las fachadas verdes contribuyen a enfriar el ambiente. La vegetación absorbe la radiación solar y evapora, lo que reduce la necesidad de aire acondicionado y, en consecuencia, el consumo de energía y agua.

Mejora de la Calidad del Aire: Las plantas que cubren las fachadas ajardinadas también actúan como filtros naturales, atrapando partículas de polvo y otros contaminantes del aire. Al mejorar la calidad del aire, se reduce el riesgo de enfermedades respiratorias, un factor crítico en áreas urbanas densamente pobladas.

Biodiversidad y Hábitats Urbanos: Al incorporar vegetación en las fachadas de los edificios, se crean nuevos hábitats para especies urbanas de insectos, aves y otros pequeños animales. Esto contribuye a la biodiversidad urbana y a la salud general del ecosistema.

La importancia de contribuir activamente a la gestión de los recursos hídricos y a la creación de entornos urbanos más sostenibles mediante soluciones innovadoras.

En Terapia Urbana los sistemas de naturación se basan en la Tecnología Fytotextile.

El sistema multicapa Fytotextile crea las condiciones más saludables para las raices de la planta, gracias a la excelente transpiración de la capa exterior, que optimiza el equilibrio entre agua, aire y sustrato para cada planta.

Su diseño incrementa la oxigenación de la raíz y mejora el reparto del riego, distribuyéndolo de forma homogénea por la capa intermedia, optimizando el consumo.

Además, el sistema permite un fácil registro del sistema de riego para un mejor mantenimiento.

Un Enfoque Integral para la Gestión Hídrica

A medida que el cambio climático continúa manifestándose a través de eventos extremos relacionados con el agua, es crucial que las estrategias de adaptación consideren todas las soluciones disponibles.

Las fachadas verdes, al integrarse con otras medidas como la infraestructura sostenible, pueden ser una herramienta poderosa para aumentar la resiliencia climática de las ciudades.

Además, para que estas intervenciones sean efectivas, es necesario que vayan acompañadas de políticas públicas que promuevan la eficiencia en el uso del agua y el desarrollo de tecnologías que permitan la reutilización y reciclaje del recurso hídrico. Inversiones en sistemas de riego eficientes, el uso de aguas grises en la agricultura y la implementación de programas de educación ambiental son pasos adicionales hacia un futuro más sostenible.

El Futuro de las Ciudades Verdes

El agua es un recurso esencial, también para el crecimiento económico y la estabilidad global.

Adoptar y expandir el uso de fachadas ajardinadas en entornos urbanos es, por tanto, una de las muchas formas en que podemos avanzar hacia un mundo donde el agua no solo se gestiona de manera más eficiente, sino que también se valora y se protege como el recurso vital que es. Con un enfoque integrado y soluciones como las fachadas verdes, podemos acercarnos a la meta de un desarrollo verdaderamente sostenible y resistente al clima.